Los procesos logísticos internos deben completarse cada vez más rápido y con mayor flexibilidad, sin dejar de ser lo más rentables posible. Esto se debe a que la presión por optimizar ha ido en aumento desde hace años, y además, en todos los sectores.
Los clientes imponen requisitos cada vez más estrictos tanto en la logística de productos congelados como en la de alimentos frescos, especialmente en lo que respecta a los tiempos de entrega. Justamente en estos segmentos, el aumento de los costos energéticos se hace particularmente evidente, lo que obliga a las empresas a implementar medidas de optimización adicionales.

Otro factor que desempeña un papel fundamental, especialmente en la logística de productos congelados, es la temperatura extrema de hasta -23 °C, que somete tanto a las personas como al equipo técnico a un gran estrés físico. Como resultado, los costos operativos elevados y las condiciones de trabajo exigentes obligan a las empresas a ofrecer tecnologías que, por un lado, hagan que los empleados se sientan cómodos al utilizarlas y que los apoyen de manera ergonómica y eficiente. Por otro lado, estas soluciones deben mejorar la eficiencia de los procesos y ayudar a reducir el incremento de los costos totales.
Por esta razón, las soluciones de voz han demostrado ser altamente efectivas en entornos de trabajo tan desafiantes.